Definición del termino competencia
El temas de las competencias es un tema
que trae consigo variadas definiciones, es confuso, equivoco, multifacético y de “alto riesgo en educación”[1]
y otros escenarios, en los cuales se aplica esta terminología, así tenemos Competencias
Ciudadanas, Competencias Laborales, Competencias Profesionales, Competencias
Docentes, Competencias Académicas, Competencias en el Aula, Competencias Clave,
Competencias Básicas, y otros definiciones.
En esta multiplicidad de
conceptos no queda claro cuál de todos los ámbitos de competencias es en el que
deben implementar en el aula, ni en qué orden. Cuando le dicen al maestro desde
una nueva reforma educativa, que debe desarrollar competencias, no le
especifican de cuales le están hablando: si de sus propias competencias
(docentes y profesionales) o de enseñar competencias a sus alumnos
(competencias académicas), así mismo cuando se le forma como profesional, se le
incorporan varias competencias que no dan cuenta tan solo de las competencias
profesionales, sino mas bien de una multiplicidad de ellas.
Ante tal situación, es valedero
definir el concepto, primero que nada y siguiendo las orientaciones de Román M. nos situaremos en el paradigma
en el cual se desenvuelve nuestra miarada en particular:
Competencias
bajo la mirada del Paradigma conductista.
Bajo esta mirada se entiende el proceso de enseñanza
aprendizaje como la transmisión de contenidos desde alguien que
"sabe" sobre el tema que se esta tratando hacia alguien que "no
sabe", pues el aprendizaje se produce cuando el docente le transmite la
información al alumno que desconoce sobre el tema.
En este tipo de paradigma el alumno sólo se limita a recibir
los conceptos, por lo tanto, se deriva una enseñanza consistente en el
adiestramiento y condicionamiento para aprender y almacenar la información
propuesta por agentes externos al contexto en el cual se produce, en este
sentido es valido hacer una síntesis
recordando que lo nuclear del concepto bajo esta mirada se centra en el
conocimiento (como forma se saber) en cambio otros bajo esta misma mirada
entiende como el saber hacer por prácticas (aprendizaje por repetición) otras miradas
se encuentran dando cuenta del concepto como conocimiento, actitudes y
responsabilidades. Ejemplo de ello lo constituyen reformas educativas cuya mirada
se centra en el saber hacer, así en este tipo de modelo sólo es real lo
observable y medible, la evaluación de aprendizaje se caracteriza por ser
cuantitativa, centrada en la medición y en el producto, orientada a la
consecución de un buen producto de aprendizaje competitivo, medible y cuantificable.
Competencia en el marco de la sociedad del
conocimiento, que se apoya en el paradigma sociocognitivo en este sentido
el concepto se plantea como una herramienta para aprender, capacidades
destrezas, habilidades y conocimientos
aplicados sintéticos y sistémicos métodos y formas de hacer.
Nos parece necesario antes de entrar de lleno en el análisis
de las competencias, definir el concepto desde una mirada abierta sin ánimos de
orientar hacia una situación particular, o de restringir arbitrariamente el
concepto, por ello es pertinente y relevante, hacer una primera mirada reflexiva sobre este termino.
El Mundo moderno se ha transformado en una
constante competencia, este termino aplicado a muchas situaciones, hoy también
es aplicable a la educación por ello nos planteamos varias interrogantes sobre
el tema, solo a media de reflexión personal ¿La educación es una competencia? ¿Los
educandos de hoy, se preparan para competir? ¿Competir entre quiénes? ¿Competir
para qué? ¿Cuál es su finalidad? ¿A quiénes beneficia la competencia? ¿Competir
con base en qué criterios? ¿Quiénes definen estos criterios?
Como vemos las interrogantes que se nos hace en
relación al término, son varias y variadas, no es nuestra idea plantear
soluciones o dar respuestas a estas interrogantes, solo queremos reflexionar
sobre este importante tema y de alguna forma entregar una visión aportativa,
sobre el tema, si de ello resultan respuestas, se ha contribuido de manera
importante sobre el tema.
Otra connotación, que le podemos dar al
concepto ser competente implica que hay otros seres Incompetentes, es decir que
no pueden competir, están imposibilitados de actos o acciones que les permitan
adaptarse a las situaciones que se les imponen, o simplemente no quieren llegar
a cierto nivel por diversas razones.
Los significados del término ‘competencia’, con
regularidad se asocian con ‘rivalidad’, ‘oposición’, ‘duelo’, ‘riña’,
‘pendencia’, ‘disputa’, ‘lucha’ o ‘pugna’ y en el marco de los mercados de
libre comercio no es tan inusual escuchar expresiones como: hay que hundir a la
competencia... Se hace referencia a una competencia leal o desleal, ¿pero
quiénes ponen los límites entre una y otra?
Al referirse a las ‘competencias’ como algo
positivo, como la ‘habilidad’, la ‘capacidad’, siempre se trata de una
referencia RELATIVA, es decir: una competencia, por ejemplo realizar una tarea
determinada; tal que alguien puede ser competente para una cosa, sin embargo no
necesariamente en otra. De allí el concepto de ‘competencia laboral’ y dentro
del área laboral, las competencias ‘profesionales’. En estos casos se trata del
conjunto de conocimientos, capacidades y habilidades de una persona para
cumplir en tiempo y forma con las tareas que demanda un espacio laboral, de
acuerdo a los criterios definidos o las exigencias impuestas.
Exponiendo en este sentido algunas definiciones
que se han cruzado en el trabajo investigativo presentamos algunas de ellas, a
continuación
“Las competencias
profesionales pueden ser definidas como aquellas cualidades de la personalidad
que permiten la autorregulación de la conducta del sujeto a partir de la
integración de los conocimientos científicos, las habilidades y las capacidades
vinculadas con el ejercicio de su profesión, así como de los motivos,
sentimientos, necesidades y valores asociados a ella que permiten, facilitan y
promueven un desempeño profesional eficaz y eficiente dentro de un contexto
social determinado”.[2]
La competencia no se reduce a un conocimiento o
una técnica; no se limita tampoco a una actitud, sino que es una realidad
compleja en la que se armonizan de forma a veces muy sutil diversos tipos de
elementos. “Designaremos con este término una combinación de conocimientos,
capacidades y comportamientos que se pueden utilizar e implementar directamente
en un contexto de desempeño”. En esta conceptualización, las nociones de
combinación y de contexto son esenciales. La competencia no es la simple suma
de saberes y/o habilidades particulares. La competencia articula, compone,
dosifica y pondera constantemente estos recursos diversos y es el resultado de
su integración.[3]
Para Levy-Leboyer (2003)[4] el término
competencia representa la conjunción de las características individuales y las
cualidades requeridas para llevar a cabo tareas profesionales precisas.
Vega Cantor[5],
hace referencia al ‘neoliberalismo educativo’ como una lucha a muerte entre
competentes e incompetentes. Incluye en su escrito tres acepciones del término
‘competencia’:
·
Aptitud
para algo
·
Determinada
situación tiene que ver con alguien o no (le compete o no le compete)
·
La
lucha o disputa (en el mejor de los casos, como en las competencias deportivas)
El asunto es que en el mundo económico
neo-liberal, la competencia es identificada principalmente como la lucha o disputa de allí, ‘el mercado
libre’, la (supuestamente) libre competencia. Una libre competencia donde
predomina la lucha de todos contra todos para poder sobrevivir y donde brilla
por su ausencia la cooperación y la solidaridad.
Siguiendo una definición clásica
se entiende por competencia el conjunto de conocimientos, habilidades y
actitudes (conjunto de saber, saber-hacer y saber estar) ejercidos en un campo
desde la experiencia humana y necesarios para tener un puesto[6]. De esta forma, la formación
basada en competencias pretende ser un enfoque integral que busca vincular el
sector educativo con el productivo y elevar el potencial de los individuos, de
cara a las transformaciones que sufre el mundo actual y la sociedad
contemporánea.[7]
Resumiendo y poniendo atención a
los datos que nos aportan los distintos autores, podemos ir concluyendo el tema
tan “sencillo” pero a la vez tan amplio y decir que una característica
importante del tema es la combinación de un conjunto de conocimientos,
procedimientos y actitudes coordinadas e integradas, pero esto trae como
consecuencia algunos planteamientos importantes de hacer, como por ejemplo el
individuo ha de “saber hacer” y “saber estar”, para el ejercicio profesional
desde esta óptica, la capacitación no es considerada como elemento de la
interacción, elemento clave para el logro de la competencia. Otra perspectiva
en este planteamiento, es la aportada por Fernández[8] que
poniendo en el inicio el tema de la capacidad llega a la competencia y plantea
que una mirada simétrica sobre los elementos nos llevaría a ver un triangulo
perfecto que al ser observado desde cualquiera de sus vértices, (tomando las
condiciones como puntas de unión conocimientos, procedimientos y actitudes) se
provocaría un desequilibrio, además hace ver este autor que las competencias no
son tan sólo la combinación de estos elementos sino que a su vez el
aprendizaje, nos aporta una visión espiral ascendente para el individuo,
mejorando sus competencias se verán éstas mejoradas en el desarrollo evolutivo.
Figura 1. Caracterización de las competencias
(Ferrández, 1997, p. 3)
En el contexto de lo planteado anteriormente
y siguiendo una línea fina de análisis que es concordante con el trabajo
(Tejada, 1999a, 2002, 2004)[9]. Las competencias sólo son definibles en la
acción. Estas no son reducibles ni al saber, ni al saber hacer, por tanto, no son asimilables a lo adquirido en
formación. Poseer unas capacidades no significa ser competente. Es decir, la
competencia no reside en los recursos (capacidades), sino en la movilización misma de los recursos.
Para ser competente es necesario poner en juego el repertorio de recursos.
Saber, además, no es poseer sino utilizar.
En la literatura revisada de los
autores antes citados aparecen como elementos que contribuyen a su definición
los siguientes:
·
Conjunto de comportamientos sociales, afectivos
y habilidades cognoscitivas que permiten llevar a cabo adecuadamente un
desempeño, actividad o tarea.
·
Poseen un componente actitudinal que incluye lo
afectivo, lo cognitivo y lo comportamental.
·
Se manifiestan en el desempeño que constituye la
manifestación externa de las competencias.
·
Constituyen el producto final del proceso
educativo.
·
Desempeño diferenciador y exitoso.
·
Carácter individual.
·
Se convierten en un elemento que determina la
calidad del desempeño profesional.
·
Contienen una dinámica y compleja combinación de
atributos (conocimientos habilidades y valores).
·
Resulta un concepto clave en el desempeño
competente de acuerdo con la ética profesional, con los valores y el contexto
donde se manifiesta.
·
Existen competencias genéricas (trabajar en
equipo, búsqueda de información científica, uso de las nuevas tecnologías
informáticas, uso eficiente del idioma materno, etc.) y otras más específicas,
en dependencia de cada profesión.
·
Son a la vez un proceso y un resultado.
·
No se pueden enseñar ni evaluar aisladas del
contexto.
·
Constituyen un resultado de la educación
integral de las nuevas generaciones.
Es evidente que estas características
contribuyen de manera efectiva y precisa a comprender mejor en qué consisten
las competencias en la educación, pero necesitan una mayor argumentación desde
el punto de vista psicopedagógico porque son un atributo individual con fuerte
carga subjetiva y susceptible de ser educadas.
Al reunir la información y
procesarla de alguna manera debemos ser concordantes con los planteamientos que
diversos autores, no proponen en
relación con el termino en cuestión al definirlo de alguna forma, como un concepto
en construcción, que es aplicable y definible en la instancia de ocupación, por
ello para seguir avanzando de alguna manera en este largo camino, debemos reconocer
que existen por lo menos dos tipos de competencias; las profesionales y
competencias del tipo mas amplias que se trasladan a todos los campos del
quehacer humano, y no son restrictivas para otros, nos referimos a competencias
mas genéricas
Otros escritos, amplían esta clasificación en competencia, personal, competencia social, competencia
metodológica y la competencia de contenidos (de la asignatura). Igualmente se
plantean una serie de competencias transversales.
Para los efectos de este trabajo,
consideraremos las competencias solo de dos tipos, profesionales específicas y
las competencias más generales o genéricas.
Así las Competencias Especificas,
dan cuenta de habilidades, destrezas y atributos en el área temática, es decir
nos muestran las competencias que al final del proceso deben poseer los
graduados y que están en estrecha relación con su quehacer profesional, forman
parte de su dotación de recursos. Por
otro lado se no habla de las Competencias Genéricas, conocidas por otros
como mas generales y que son asumibles por cualquier persona ya están en
estrecha relación con la formación general.
Es importante comentar que este
tipo de capacidades, no son tanto las profesionales como las generales, deben
estar en cada uno de los individuos de alguna manera, acción que muchas veces
es sólo referencial y se da cuenta de estas por lo expuesto en los escritos,
pero no en la practica, no es difícil encontrar profesionales, de cualquier
área de trabajo que solo se han quedado en las competencias generales y no han
asumido las profesionales, o todo lo contrario, solo han asumido las competencias
profesionales y han dejado por completo de lado la competencias mas generales,
que los hacen ser personas, y que no los aleja de sus actividad o profesión,
sino que mas bien los pone un paso adelantado en la escala de interacciones
Capacidad: Habilidad de carácter general que utiliza una
persona para aprender cuyo componente fundamental es cognitivo. Estas
capacidades se suelen clasificar en cognitivas, Psicomotoras, de comunicación y
de inserción social
Las Capacidades Cognitivas:
Son aquellas capacidades referidas a la cognición como
actividad mental. Podemos razonar y resolver problemas; actuar de forma
racional para conseguir objetivos; ver cosas, reconocerlas y dotar de
significado a lo que vemos; formarnos imágenes mentales de las cosas; hablar,
comprender el lenguaje y comunicarnos. La más importante de ellas es el
pensamiento lógico que supone ser capaz de analizar una situación física,
construir una explicación de por que algo es como es, ver a donde conduce una
idea y saber como comprobar esas implicaciones.
Aquellas
capacidades y sus destrezas básicas que las sostienen y que se consideraron
para esta investigación son las que muestra la tabla de la página siguiente
Aspecto
|
Tipo de Capacidades
|
Destrezas Básicas
|
|
COGNITIVAS
|
Razonamiento Lógico
|
Identificar y Formular Problemas
|
|
Inferir
|
|||
Predecir
|
|||
Resolver problemas
|
|||
Comprensión
|
Identificar conceptos
|
||
Utilizar conceptos
|
|||
Relacionar conceptos
|
|||
Experimentación
|
Identificar variables
|
||
Manipular variables
|
|||
Registro sistemático de datos
|
|||
Interpretar datos
|
Tabla 1.1.
Capacidades en la Taxonomía de Elementos Cognitivos
Capacidades de tipo Psicomotrices
Relacionadas
con las capacidades neuro musculares para realizar una tarea. Aquellas que se
consideraron para esta investigación son las que muestra la siguiente tabla:
Aspecto
|
Tipo de Capacidades
|
Destrezas Básicas
|
|
PSICOMOTRICES
|
Construir.
|
Uso adecuado de técnicas y procedimientos
|
|
Uso adecuado de herramientas y utensilios
|
|||
Diseño y elaboración de modelos y maquetas
|
|||
Orientación espacial y Temporal
|
Estimación de cantidades
|
||
Ordenación y Movimiento
|
|||
Secuenciar en función del espacio y del Tiempo
|
|||
Automatizar
|
Tabla 1.2.
“Capacidades en la Taxonomía de Elementos
Psicomotrices
Capacidades de Inserción Social
Habilitan
a los alumnos para desempeñarse en un contexto de tareas y actividades con sus
compañeros poniendo en juego el proceso de socialización. Esta última
desarrolla la capacidad de integrarse con otros, sean estos sus pares o sus
acompañantes en el desarrollo personal. Aquellas que se consideraron para esta investigación son las que
muestra la siguiente tabla:
Aspecto
|
Tipo de Capacidades
|
Destrezas Básicas
|
|
INSERCIÓN SOCIAL.
|
Colaboración
|
Compartir datos saberes e información
|
|
Trabajar cooperativamente
|
|||
Relación
|
Relaciones interpersonales, respeto mutuo
|
||
Compartir vivencias
|
|||
Asunción de Responsabilidades
|
Respetar normas, plazos
|
||
Cumplir con compromisos
contraídos
|
Tabla 1.3.
Capacidades de la Taxonomía de Elementos
de inserción social
Destrezas.
Habilidad específica que utiliza un aprendiz
para aprender, cuyo componente principal es también cognitivo. Un conjunto de
destrezas constituye una capacidad.
Habilidad:
Un paso o componente mental, cuya estructura
básica es cognitiva. Un conjunto de habilidades constituye una destreza.
Actitud:
Es una
predisposición estable hacia una forma de actuar y cuyo componente fundamental
es afectivo.
Valores:
Es un conjunto de actitudes. Una constelación
de actitudes constituye un valor. Cuyo componente fundamental es afectivo.
Capacidades
básicas:
|
Capacidades
superiores:
|
|
|
- Razonamiento lógico.
|
- Pensamiento creativo.
|
-Orientación espacio-temporal.
|
- Pensamiento critico.
|
- Expresión oral y escrita.
|
- Toma de decisiones.
|
- Socialización.
|
- Solución de problemas.
|
La competencia es un concepto complejo, pero en
el mundo profesional ha llegado ser sinónimo de: idoneidad, suficiencia,
capacidad, habilidad, maestría o excelencia. En nuestro país se ha señalado que
“la competencia profesional no es la simple suma inorgánica de saberes,
habilidades y valores, sino la maestría con que el profesional articula,
compone, dosifica y pondera constantemente estos recursos y es el resultado de
su integración” (Comisión Nacional para la Modernización de la Educación , 1999).
[1] Romám Pérez Martiniano. Aprender a aprender en la sociedad
del conocimiento. II edición Arrayan editores Pág 108
[6] Barjou, B. (1995). Savoir
transmettre son expertise et son savoir-faire. Paris. ESF.
[7] Ver Charleton, M. (1996). Self-directed learning in counsellor training.
London. Cassell.
Bazdresch, M. (1998). Las competencias en la formación docente. Educar. Revista de
Educación, Nº 5. Argudín Vázquez, Y.
(2001). Educación basada en competencias. Educar, Revista de Educación, Nº 19.
www:educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/19/argudin.html