Al analizar las características y la fuerza del cambio provocado por el vertiginoso avance científico tecnológico, principalmente en las comunicaciones y medios de transporte, que han acercado a comunidades de diferentes latitudes, donde coexisten por ejemplo diversas etnias culturalmente distintas, pero con fines comunes, como es la necesidad de organizarse para mejorar sus estructuras sociales y niveles de vida, se le atribuye al sistema educacional la función de liderar y generar estrategias que permitan a las nuevas generaciones asimilar y adaptarse a los cambios que las afecten, de tal forma que puedan seguir existiendo y mejoren su calidad de vida utilizando las nuevas técnicas creadas (Marquès, 2001).
Desde esta perspectiva, se debe considerar que no sólo la sociedad del conocimiento está determinando el devenir histórico, sino que estamos ante una transformación a gran escala. El avance de las nuevas formas de coexistencia e interacción social, están modificando profundamente los componentes básicos de la vida sociocultural como la producción, el trabajo, el comercio, el dinero, la escritura, la identidad personal, la noción del territorio, la memoria, la política, la ciencia, la información y las comunicaciones (Echeverría, 1996).
Por lo tanto, la base fundamental de la investigación tecnológica radica en su capacidad de crear elementos que faciliten la vida del ser humano, y en este sentido, en el nuevo milenio que está iniciándose, es evidente que esa tendencia se verá fortalecida principalmente por el importante rol que ha adquirido el manejo de grandes volúmenes de información, a través de elementos de telecomunicación como bases de datos en línea de las entidades financieras, comerciales, de gobierno, y por supuesto, las educacionales (Marquès, 2001).
En este contexto, la globalización de la sociedad y las nuevas tecnologías de la información y comunicación se han potenciado mutuamente, permitiendo que millones de personas se conviertan en usuarias de las tecnologías informáticas, lo que ha generado un mundo nuevo, digital e intangible (Hepp, 1999), los cuales están distribuidos por todo el mundo y que hace posible afirmar que, los computadores y las redes de información están presentes en prácticamente todos los ámbitos de la actividad humana y el impacto de los cambios de la tecnología informática es creciente y acelerado en los campos de la producción, la cultura, las relaciones sociales, el entretenimiento, la educación y la política (Flores, 1999).
El mundo al que están ingresando las sociedades, las personas y particularmente los profesores y estudiantes, está en continuo cambio, debido a que los computadores, los satélites, las bases de datos y las nacientes corporaciones multiportadoras de telecomunicaciones, están destruyendo lo que queda de intimidad personal, y desestabilizando desde el punto de vista armónico, político y tecnológico, a naciones enteras por medio de la transferencia de información sin censura a través de las fronteras nacionales por medio de infinitas unidades de microondas y satélites interactivos (McLuhan & Powers, 1996).
Desde esta perspectiva, se debe considerar que no sólo la sociedad del conocimiento está determinando el devenir histórico, sino que estamos ante una transformación a gran escala. El avance de las nuevas formas de coexistencia e interacción social, están modificando profundamente los componentes básicos de la vida sociocultural como la producción, el trabajo, el comercio, el dinero, la escritura, la identidad personal, la noción del territorio, la memoria, la política, la ciencia, la información y las comunicaciones (Echeverría, 1996).
Por lo tanto, la base fundamental de la investigación tecnológica radica en su capacidad de crear elementos que faciliten la vida del ser humano, y en este sentido, en el nuevo milenio que está iniciándose, es evidente que esa tendencia se verá fortalecida principalmente por el importante rol que ha adquirido el manejo de grandes volúmenes de información, a través de elementos de telecomunicación como bases de datos en línea de las entidades financieras, comerciales, de gobierno, y por supuesto, las educacionales (Marquès, 2001).
En este contexto, la globalización de la sociedad y las nuevas tecnologías de la información y comunicación se han potenciado mutuamente, permitiendo que millones de personas se conviertan en usuarias de las tecnologías informáticas, lo que ha generado un mundo nuevo, digital e intangible (Hepp, 1999), los cuales están distribuidos por todo el mundo y que hace posible afirmar que, los computadores y las redes de información están presentes en prácticamente todos los ámbitos de la actividad humana y el impacto de los cambios de la tecnología informática es creciente y acelerado en los campos de la producción, la cultura, las relaciones sociales, el entretenimiento, la educación y la política (Flores, 1999).
El mundo al que están ingresando las sociedades, las personas y particularmente los profesores y estudiantes, está en continuo cambio, debido a que los computadores, los satélites, las bases de datos y las nacientes corporaciones multiportadoras de telecomunicaciones, están destruyendo lo que queda de intimidad personal, y desestabilizando desde el punto de vista armónico, político y tecnológico, a naciones enteras por medio de la transferencia de información sin censura a través de las fronteras nacionales por medio de infinitas unidades de microondas y satélites interactivos (McLuhan & Powers, 1996).
Todos los cambios y nuevas estructuras sociales que están desarrollando los medios tecnológicos, van cada vez más mediatizados por las nuevas formas de organizar, explorar, compartir, comunicar y de acceder a la información que se han institucionalizado en las prácticas a partir de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (Flores, 1999).
Por estas razones, es imperativo para los sistemas educacionales preparar a los alumnos con nuevas habilidades y destrezas para que se manejen con soltura en estas nuevas condiciones socioculturales, debido a que la mayoría de los mercados económicos ofrecen una variada gama de tecnologías multimediales y recursos computacionales, en especial los que se refieren a plataformas especiales y software de comunicaciones que permiten a los individuos establecer contactos remotos y acceder a redes nacionales e internacionales de información, como es el caso de Internet (Marqués, 1999).
Por estas razones, es imperativo para los sistemas educacionales preparar a los alumnos con nuevas habilidades y destrezas para que se manejen con soltura en estas nuevas condiciones socioculturales, debido a que la mayoría de los mercados económicos ofrecen una variada gama de tecnologías multimediales y recursos computacionales, en especial los que se refieren a plataformas especiales y software de comunicaciones que permiten a los individuos establecer contactos remotos y acceder a redes nacionales e internacionales de información, como es el caso de Internet (Marqués, 1999).
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